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Centro de manatíes en Puerto Rico provee ayuda a manatí en Taiwan

Xiǎo Niú debajo del agua.

Hulien, Taiwan—Un acuario en la isla china de Taiwan solicitó ayuda del Centro de Conservación de Manatíes de Puerto Rico con un manatí enfermo oriundo de Africa en sus instalaciones.

El Farglory Ocean Park en la costa este de la antigua isla de Formosa, ahora conocida como la República China obtuvo un par de manatíes de Costa de Marfil en Africa durante la decada de los 90s. Ambos manatíes, de la especie Trichechus senegalensis, primos de los manatíes del Caribe, vivieron sin dificultades hasta el año pasado cuando enfermaron por causa de una infección de piel. Su condición se fue agravando hasta que el año pasado murió uno de ellos. El sobreviviente, llamado Xiǎo Niú o “pequeña vaca,” continuo bajando de peso y sufriendo de ciclos de infecciones de piel.

Veterinarios, enfermeras, nutricionista y entrenadores proveen alimento a Xiǎo Niú via un tubo estomacal.

A mediados de abril, y en busca de ayuda para Xiǎo Niú, veterinarios del parque acuático contactaron al Centro de Conservación de Manatíes de Puerto Rico en el Recinto de Bayamón de la Universidad Interamericana. Luego de ver un sin numero de análisis médicos, de manutención y de dieta del manatí, a pedidos del director veterinario I-Fan Jen, se invito al director y al veterinario del Centro, doctores Antonio Mignucci y Antonio Rivera, respectivamente, a viajar a Taiwan para examinar el manatí y hacer recomendaciones concretas para salvarle la vida y restablecer su salud.

 

El pasado sábado 7 de mayo, el biólogo y el veterinario viajaron 24 horas en avión desde San Juan a Taipei, capital de Taiwan, y trabajaron por tres dias examinando al manatí y proveyéndole a los veterinarios, nutricionistas y entrenadores del parque las recomendaciones para corregir la condición del pequeño manatí africano. Inmediatamente se puso al manatí en antibióticos y se detallo una nueva dieta para tratar una infección bacterial y subirlo de peso.

El cambio no se vio esperar, y hoy Xiǎo Niú, esta alimentándose por su cuenta y con mejor apetito. Su infección también ha cedido. Los informes desde Taiwan es de mucha esperanza y animo entre sus cuidadores de que sobrevivirá. También la intervención sirvió para estrechar lazos de cooperación futura entre las dos instituciones.

Se espera que en tres meses haya un visita de seguimiento y que para entonces Xiǎo Niú esté fuera de peligro.

 

El veterinario Antonio Rivera lee las laminillas de sangre para diagnosticar a Xiǎo Niú.

Noticia relacionada : http://www.vocero.com/noticias-es/centro-de-manaties-en-pr-provee-ayuda-a-manati-en-taiwan

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Rescata cachorro de manati en Dorado

 

El cachorro pesó 43 libras, y debe tener entre una o dos semanas de nacido

Bayamón, Puerto Rico—El Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA) junto a la Compañía de Parques Nacionales y el Centro de Conservación de Manatíes de Puerto Rico rescataron ayer un cachorro de manatí en el Balneario de la Playa de Dorado.

El bebé manatí fue avistado varado sólo en la orilla a eso de las 10:00 am y un salvavidas le proveyó la primera ayuda ya que estaba débil. Vigilantes del DRNA se presenciaron al lugar, corroborando que no hubiera más manatíes en el area por un período de tres horas.

El DRNA activó la intervención del Centro de Conservación de Manatíes, el cual trasladó al pequeño manatí macho a sus instalaciones en el Recinto de Bayamón de la Universidad Interamericana.

“El cachorro pesó 43 libras, y debe tener entre una o dos semanas de nacido,” informó el doctor Antonio Mignucci, director del Centro. “El protocolo a seguirse es de cuidado las 24 horas del día y alimentación por tubo o mamadera cada tres horas,” añadió el también profesor investigador de la Interamericana.

Aún sin nombre, el manatí esta bajo el cuidado veterinario de los doctores Antonio Rivera y Alma Alicea. “Su condición es estable pero de resguardo y ya se están haciendo todos los análisis para establecer su estado específico de salud y echarlo para adelante,” concluyó a su vez  el veterinario Antonio Rivera, quien también es el veterinario del proyecto de la cotorra puertorriqueña para el Servicio Federal de Pesca y Vida Silvestre.

 

Enlaces de noticias relacionadas :

http://www.elnuevodia.com/noticia_noticias_calidad-970368.html

http://www.vocero.com/noticias-es/rescatan-bebe-manati

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Publican nuevo libro sobre la conservación del manatí [Miprv.com]

Portada del nuevo libro de conservación del manatí para público infantil

Por Gloribel Delgado Esquilín
Miprv.com
http://www.miprv.com/publican-nuevo-libro-sobre-la-conservacion-del-manati/

Ediciones SM Puerto Rico acaba de publicar “Aunque viva en el agua”, un nuevo cuento infantil sobre conservación de manatíes narrado por el biólogo marino Antonio Mignucci, director de la Red Caribeña de Varamientos y que está disponible en el Festival de la Palabra celebrándose en el Cuartel de Ballajá en San Juan.
El hermoso libro de carpeta dura cuenta con 31 páginas a color con información básica sobre esta especie en peligro de extinción.

 

Antonio Mignucci, director de la Red Caribeña de Varamientos/Foto suministrada

Con ilustraciones de Walter Torres, el libro presenta la historia de una niña llamada Marina que un día se va a pescar con su abuelo y descubre letreros de un animal desconocido en el muelle que visita. Corre del miedo, porque teme al manatí, un animal misterioso para ella.
Marina comienza a hacer preguntas sobre el mamífero marino, que la llevará a conocer el origen de la especie, por qué está en peligro, qué lo amenaza y qué puede hacer para ayudar en su conservación.

“Estos cuatro puntos resumen nuestro proyecto de conservación del manatí”, explicó el biólogo, con más de dos décadas difundiendo información sobre la conservación de manatíes en Puerto Rico y el Caribe.
Mignucci aseguró que escribir un libro para el público infantil –entre las edades de 4 a 9 años-fue un verdadero reto. “Es otro tipo de escritura que no es fácil, porque hay que resumirlo a la esencia misma para que los niños y las niñas lo entiendan”, explicó sobre su proyecto que comenzó en el 2004, cuando precisamente su hija Marina tenía 5 años y no encontraba cuentos en español sobre manatíes que pudiera leerle.

“Es perfecto como cuento corto para que el padre o la madre le lea al niñ@ al acostarse, así compartiendo la lectura da pie a hablar sobre el tema de conservar la naturaleza,” comentó el profesor investigador de la Universidad Interamericana, Recinto de Bayamón.
Con este segundo libro para público joven –el primero fue dirigido a adolescentes- el científico se encamina a ampliar el mensaje de conservación y estudio de esta especie marina.

Se estima que apenas quedan 350 manatíes en Puerto Rico, que aunque son protegidos por leyes estatales y federales, todavía son víctimas de la contaminación, la disminución de su hábitat y de accidentes por culpa de dueñ@s de embarcaciones y motoras acuáticas que van a toda velocidad por áreas restringidas.

Mignucci explicó que hace 20 años, cuando comenzó a estudiar los manatíes, se propuso crear conciencia sobre la importancia de entender por qué están en peligro de extinción y cómo los puertorriqueños podemos ayudar en su conservación.
“Pero no sólo algunos puertorriqueños están llamados a ayudar, sino todos los que gozamos de nuestras playas. Pero en especial, los niños de nuestra isla, que no serán pequeños por mucho más tiempo y en el futuro serán los gobernantes, legisladores, profesionales, dueños de corporaciones y ciudadanos responsables,” dijo Mignucci. “Es en estos niños y niñas que radica la esperanza de que tomemos en serio la conservación de nuestro ambiente, nuestra fauna y por tanto los manatíes”.

El biólogo está convencido que el interés por esta especie en peligro de extinción ha aumentado y que próximamente se estarán estableciendo zonas protegidas para los manatíes en la Isla.
“Esta es la primera vez que se crearán mapas donde de designen áreas de protección para el manatí”, celebró el científico sobre los cambios de política pública que están generando a partir de una colaboración entre el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales, la Red Caribeña de Varamientos y el Servicio Federal de Pesca y Vida Silvestre de Estados Unidos, entre otras entidades.

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El futuro de las sirenas de nuestra isla [ENDI]

 

La popularidad misma de los manatíes es la que los ha llevado a casi al borde de la extinción

POR ANTONIO MIGNUCCI / Especial para El Nuevo Día

En cierto sentido, son sirenas, sí, las que seducían a los navegantes con su canto. Pero cuando tienes la oportunidad de ver uno de cerca, te preguntas cómo se le ocurrió a alguien nombrarlos así.

Fue Cristóbal Colón el 9 de enero de 1493 quien escribió en su diario “he visto tres sirenas que salieron bien alto de la mar, pero no eran tan hermosas como las pintan…” Este es el primer informe histórico que tenemos sobre los manatíes en nuestras aguas caribeñas. Trescientos años después, los científicos los denominaron sirenios o pertenecientes al orden taxonómico Sirenia, reforzando su mística de bellezas seudo-mitológicas que encantan con sus “cantos de sirena”.

Pero fue este mismo descubrimiento lo que las ha llevado a casi desaparecer. Los colonizadores aprendieron de los taínos y caribes que el manatí era sabroso y proveía abundante carne. Más aún, para los colonizadores, fieles católicos, eran la cena perfecta porque mientras cenaban el “peje manatí”, aunque supiera a cerdo o a res, no pecaban al comer este “pez” los viernes de precepto.

De ahí la caza directa y a veces indiscriminada a través de toda América, lo que ha resultado que sus poblaciones disminuyeran drásticamente. Es esta presión y los pocos que ya quedan de la especie, lo que ha causado que todos los países donde habita lo hayan incluido en las listas de especies protegidas y en peligro de extinción.

Sin embargo, hoy día se siguen cazando en el Caribe, Centro y Sur América, excepto en los Estados Unidos y en Puerto Rico, donde a través de efectivas campañas de concienciación se ha logrado evitar que esta práctica continúe. No se han documentado capturas de manatíes en Puerto Rico con el propósito de consumir su carne desde mediados de los noventa, a la vez que comenzaba la campaña mediática sobre el rescate y rehabilitación del pequeño manatí Moisés por parte de la Red Caribeña de Varamientos.

Tanto en Estados Unidos como en Puerto Rico, las muertes por caza fueron sustituidas por otras dos presiones antrópicas (de origen humano): el desmedido desarrollo urbano en las costas y el incremento en las lanchas a velocidad y motoras acuáticas en las costas. Las construcciones en o cerca de la costa tienen un impacto directo en los hábitats costeros del manatí, produciendo grandes cambios en la calidad de agua de los ríos, donde beben agua dulce los manatíes, y en la sedimentación de las aguas costeras, lo cual afecta el crecimiento de las hierbas marinas, alimento principal de este mamífero marino.

Las lanchas rápidas los golpean o hieren con sus hélices, mientras que las motoras acuáticas a gran velocidad también pueden causarle la muerte por contusiones. Ambas situaciones, el desarrollo costero y los vehículos acuáticos, han experimentado un incremento vertiginoso durante las últimas tres décadas y ponen en peligro a los manatíes de nuestro archipiélago.

Pero es a través de estas mismas tres décadas que los científicos y el gobierno federal y local en Puerto Rico han ido afinando los programas de protección de la especie. Los esfuerzos por saber el estado de los manatíes en la Isla comenzaron con proyectos de censos aéreos por parte del Servicio Federal de Pesca y Vida Silvestre y de monitoreo de mortandad por parte de la Red Caribeña de Varamientos. Estos esfuerzos sentaron la base y brindaron información primaria sobre su distribución en las costas y las principales causas de mortalidad de la especie en Puerto Rico.

En el 1990 comenzó el desarrollo del proyecto de rescate y rehabilitación de manatíes, el cual ha recibido una gran publicidad, debido al respaldo y simpatía que ha despertado en la opinión pública, y la dedicación y el profesionalismo que requiere el cuidado y rehabilitación de cachorros de manatí que quedan huérfanos o desamparados. Este proyecto ha logrado la liberación a su medio ambiente de manatíes rescatados a través de un protocolo progresivo de adaptación a vivir y alimentarse por su cuenta en el mar. El proyecto es co-dirigido por el Servicio Federal de Pesca y Vida Silvestre y el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales, e implementado por el Zoológico de Puerto Rico y el Centro de Conservación de Manatíes de Puerto Rico de la Universidad Interamericana.

Mientras, campañas educativas a todos los niveles y a través de todos los medios, se enfocan en detallar los peligros que aún amenazan a los manatíes en la Isla y cómo todos los puertorriqueños somos responsables y estamos llamados a su conservación. La producción de material educativo y de concienciación, incluyendo libros para niños, así como charlas a niños y jóvenes de edad escolar y otros grupos, unido a la significativa participación de los periodistas ambientales en los medios noticiosos, han traído a la luz pública la precaria situación del manatí para sobrevivir.

Estudios multidisciplinarios a largo plazo, que van desde el uso de hábitat a través de transmisores de satélite, censos aéreos y las características genéticas de la población, se han desarrollado de forma cooperativa durante los pasados 20 años. Todos estos estudios han permitido construir un cuadro más completo de la biología del manatí en Puerto Rico, y conocer mejor sus necesidades y requisitos de sobrevivencia y así poder trazar planes de manejo y protección para el futuro.

Esta década que comienza es muy importante para la conservación del manatí en Puerto Rico. La colaboración entre las agencias gubernamentales, centros de conservación y otras entidades, así como la participación y compromiso ambiental de la empresa privada en apoyar las iniciativas de la conservación del manatí brindan una perspectiva positiva hacia la implementación de medidas contundentes que apoyen la preservación del manatí en la Isla. Es el momento de poner todo lo aprendido en práctica y de la forma más eficiente y efectiva proteger a los manatíes de los peligros que aún los acechan.

El futuro de estas sirenas en Puerto Rico empieza a tomar un brillo especial. Su lustre dependerá de la continua colaboración y apoyo de todos. Y de que nadie, como los marinos de la mitología antigua, se ate al mástil del barco, ni se tape los oídos con cera para evitar escuchar su canto seductor. Sino que todos nos lancemos al agua inspirados a cuidar de ellas, de su mundo, que, después de todo, es nuestro mundo también.

El autor es profesor investigador del Recinto de Bayamón de la Universidad Interamericana de Puerto Rico y director del Centro de Conservación de Manatíes de Puerto Rico – www.manatipr.org.

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