LIBERAN CUATRO PELÍCANOS EN LA COSTA DE ARECIBO

Bayamón, 14 de diciembre de 2022 — Cuatro ejemplares de pelícanos pardos fueron liberados en la costa de Arecibo hoy 15 de diciembre de 2022, luego de haber sido rescatados y rehabilitados por el Centro de Conservación de Manatíes del Caribe del Recinto de Bayamón de la Universidad Interamericana de Puerto Rico.

Los pelícanos pardos (Pelecanus occidentalis) son aves migratorias pero autóctonas de Puerto Rico, las cuales se alimentan de peces tanto de agua salada como de agua dulce. Su saco gular en su garganta es icónico de la especie, una de siete especies que existen en el mundo. Su zambullida para pescar, desde unos 30 pies de altura, también es simbólica de esta ave marina de gran tamaño. Estuvieron en peligro de extinción hasta el 2009, debido a intoxicación con DDT y la sobrepesca de su alimento, pero sus poblaciones se restablecieron con protección y esfuerzos de conservación. Sin embargo, todavía sufren de heridas o muerte por causas humanas como enredarse en los artes de pesca.

Los cuatro pelícanos fueron rescatados entre el pasado verano y el mes de octubre en la costa norte de la isla, uno en Aguadilla, otro en Quebradillas, y dos en Arecibo, informó el doctor Antonio Mignucci, director del Centro de Conservación de Manatíes. Todos sufrieron lesiones avulsivas debido a que se enredaron en anzuelos de pesca. Por ejemplo, dos de estos pelícanos, Playera y Rhaeno, tenían sus sacos gulares lacerados y desprendidos por anzuelos. Esta situación llevó a que los pelícanos recibieran un tratamiento veterinario agresivo por cinco meses y medio para reconstruir el tan importante saco. Los anzuelos e hilo de pesca le causaron daño a la ala y pata derecha de la pelícana juvenil Bahía, lo cual tomó cuatro meses y medio de tratamiento y rehabilitación. El tratamiento más corto fue el del macho adulto llamado Zuko, el cual fue de un poco más de un mes ya que los anzuelos le causaron heridas en sus alas y espalda.

“El cuidado veterinario y rehabilitación de los cuatro pelícanos fue llevada a cabo por cuatro veterinarios, seis técnicos de cuidado animal y rehabilitación, y unas decenas de estudiantes y voluntarios del Centro, y tuvo un costo total de $41,000, los cuales se lograron gracias a donativos del público al Centro de Manatíes,” añadió Mignucci, también profesor de ciencias marinas del Recinto de Bayamón de la Universidad Interamericana y de veterinaria de la Universidad de Ross.

“Para el tratamiento veterinario específico, los doctores Ricardo Fernández, Carla Sánchez, José de Ángel, la estudiante de veterinaria Natalia Antonsanti, y esta servidora, utilizamos técnicas de manejo integral de heridas, particularmente unos apósitos adaptados del tratamiento de heridas de pacientes humanos diabéticos,” informó la especialista en medicina de vida silvestre Lesly Cabrias, veterinaria residente del Centro. “Este tratamiento es innovador en pelícanos, nunca antes intentado, y su implementación exitosa en Playera, Rhaeno y Bahía ayudará a cientos de pelicanos afectados en otros centros de rehabilitación alrededor del mundo,” añadió la veterinaria.

“Este trabajo colaborativo entre el tercer sector, la academia y las agencias gubernamentales es de suma importancia para la conservación de estas especies protegidas o en peligro de extinción”, indicó Anaís Rodríguez, Secretaria del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales. “Cada individuo de nuestra avifauna es importante para la sobrevivencia de las especies y nuestra biodiversidad,” añadió la Secretaria de la agencia ambiental. “Es de suma importancia que para proteger los pelícanos, los pescadores no desechen los anzuelos e hilos de pesca al mar, río o lago, y al pescar tengan cautela al hacerlo alrededor de estas aves marinas. De encontrar un pelícano en peligro, herido o muerto, deberán llamar con urgencia al Cuerpo de Vigilantes,” concluyó Rodríguez.

Hoy día se suscitan considerables cambios en los océanos, entre ellos afecciones de enfermedad que afectan a aves marinas, incluyendo pelícanos, de muchas partes del mundo. “La pesca comercial, la pérdida de su hábitat de anidación y alimentación, y el cambio climático son varias de las amenazas causadas por los humanos que afectan a los pelícanos y aves marinas que los pudiera llevar nuevamente hacia la extinción,” añadió Mignucci. “Los pelícanos, particularmente a nivel global, están en estos momentos experimentando problemas de salud y sobrevivencia por un evento panzoótico (pandemia en humanos) de influenza aviar,” dijo por su parte Carla Rivera, coordinadora de rescate del Centro y estudiante de doctorado en ciencias veterinarias de la Universidad de Ross. Miles de pelícanos han muerto en México, Honduras, Colombia, Venezuela, Perú, Argentina y Chile, y hay indicios de afecciones también en Estados Unidos y Europa. Sin embargo, todavía no ha afectado los pelícanos en Puerto Rico. “Debemos estar vigilantes a la población de pelícanos en nuestra isla y al primer indicio que puedan estar siendo afectados por la altamente patógena influenza aviar, tomar acciones para salvaguardar aquellos afectados y documentar científicamente los efectos de este virus tanto en las poblaciones de aves marinas y como esto podría afectar al ser humano,” dijo el doctor Ricardo Fernández, veterinario del Centro y pasado presidente del Colegio de Médicos Veterinarios de Puerto Rico.

Los programas de rescate, cuidado veterinario y rehabilitación del Centro de Conservación de Manatíes corren bajo permisos y en colaboración con el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales y el Servicio de Pesca y Vida Silvestre de los Estados Unidos. El Centro no solo provee cuidado y tratamiento a los mamíferos que dan su nombre, sino también atienden otros animales marinos como tortugas marinas, pelícanos y otras aves marinas en Puerto Rico y otros países del Caribe. Para más información, acceda a www.manatipr.org.

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