Category Archives: Manaties

Manatee eye-sight recovered

An Antillean manatee calf rescued in Puerto Rico was admitted to the Caribbean Manatee Conservation Center, Puerto Rico’s manatee critical care facility, with vision impairment and a condition called exophthalmia (eyes protruding). Immediately a team of veterinarians, a veterinary ophthalmologist, and marine biologists got to the task of treating the manatee calf and recovering his condition. Led by veterinarian Lesly Cabrias and board-certified veterinary ophthalmologist Dineli Bras, the manatee was aggressively treated in a combined endeavor that included medications, nutritional support, and water quality management. As a result, his exophthalmia and vision problems were resolved in a month and a half.

The medical case of Bajarí, the name of the male manatee calf, was recently published in the peer-reviewed journal of Veterinary Ophthalmology. The article “Medical management and resolution of perinatal bilateral exophthalmia and secondary corneal ulcers in an Antillean manatee (Trichechus manatus manatus) neonate from Puerto Rico” (http://doi.org/10.1111/vop.12983), details the treatment and steps taken to correct his vision impairment and stabilize his rehabilitation.

Following this protocol, the team also assisted another manatee calf patient in Colombia, South America, with vision loss due to corneal ulcers. This cooperative effort exemplifies how veterinary clinical, veterinary specialization, and academia can successfully treat and manage manatee cases in the Caribbean and contribute essential information through peer-reviewed publications that would help other manatee facilities in the US and Latin America to help injured, ill, or orphaned manatees survive.

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Nuevo libro bilingüe recoge la naturaleza de los delfines

Bayamón, 24 de enero de 2022 — El público podrá tener en sus manos una nueva forma de acercarse a una de las especies marinas más queridas del mar, los delfines. Como parte del programa de alcance comunitario del Centro de Conservación de Manatíes del Caribe en el Recinto de Bayamón de la Universidad Interamericana de Puerto Rico, su director, el doctor Antonio Mignucci, publicó el libro Mi Enigmática Sonrisa, una hermosa lectura que invita a sumergirse en la mística del cetáceo más admirado de la naturaleza.

La obra de la autoría del reconocido biólogo marino y su madre, María C. Giannoni, es un libro bilingüe con 69 páginas informativas y 34 fotografías a color, algunas tomadas por uno de los autores.  “El libro es ideal para adultos, jóvenes y niños desde los 8 años de edad. El libro fue auspiciado por la organización ambiental Para La Naturaleza”, explicó el también profesor de la Inter, doctor Mignucci.

Un delfín y un corto poema escrito por su madre, le cambió la vida al biólogo marino cuando este estaba en su juventud, y hoy dedica su vida a estudiar y salvar estas criaturas marinas de la extinción. “Es una alternativa excepcional para obsequiar durante este semestre académico que comienza, ya que además de traer información biológica de estas especies, sirve como ejercicio en lenguaje al estar en ambos idiomas (español e inglés), y al comenzar con una poesía seguido por un ensayo,” detalló el doctor Mignucci. “A la vez trae la satisfacción a quien lo adquiera de que está contribuyendo a la conservación de los mamíferos marinos de Puerto Rico”, comentó el también profesor de ciencias marinas y veterinarias de la Inter en Bayamón.

Mignucci explicó que hace 30 años, cuando empezó a estudiar a los mamíferos marinos de la isla y el Caribe, se propuso concientizar sobre la importancia de entender por qué están amenazados y cómo los puertorriqueños podemos ayudar en su conservación. “Pero no sólo algunos puertorriqueños están llamados a ayudar, si no todos los que gozamos de nuestras playas y costas, de nuestra naturaleza y nuestra fauna. Pero en especial, necesitan la ayuda de los niños y jóvenes de nuestra isla, y serán los que en un futuro sean ciudadanos responsables, dueños de corporaciones, profesionales, jueces, legisladores y gobernantes. En estos niños y niñas radica la esperanza de que tomemos en serio la conservación de nuestro ambiente, nuestra fauna, y por tanto los delfines,” concluyó Mignucci.

El libro estará a la venta en librerías alrededor de toda la isla (Casa Norberto en Plaza las Américas, Librería El Candil en Ponce, Librería Mágica en Río Piedras, The Bookmark en San Patricio Plaza, y Libros 787), en las tiendas de Para La Naturaleza y en el Centro de Conservación de Manatíes ubicado el Recinto de Bayamón de la Universidad Interamericana o en las tiendas virtuales de Para La Naturaleza y del Centro. El precio de venta es de $19.95 y parte de los fondos de la venta irán destinados a los proyectos de conservación de fauna marina en Puerto Rico en el Centro de Conservación de Manatíes. Para más información, acceda a www.manatipr.org.

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Sobre los autores
Antonio Mignucci
nació en San Juan, Puerto Rico. Estudió tecnología veterinaria en la Universidad de Penn Foster, zoología en la Universidad Estatal de Colorado, obtuvo su maestría en política y administración de recursos marinos de la Universidad de Rhode Island y su doctorado en oceanografía en la Universidad de Puerto Rico. Hoy se desempeña como profesor de ciencias marinas y director del Centro de Conservación de Manatíes del Caribe de la Universidad Interamericana de Puerto Rico y profesor adjunto de la Escuela de Veterinaria de la Universidad de Ross. Su campo de especialidad es la biología, salud, manejo y conservación de animales marinos. Como científico, el doctor Mignucci investiga la ecología y la vida de las ballenas, delfines, focas, manatíes, tortugas y aves marinas. Sin embargo, es un fiel creyente de que la mejor forma de conservar las especies marinas en peligro de extinción es a través de la educación y el alcance comunitario. Con más de 80 publicaciones científicas sobre animales marinos, este es su sexto libro.

María C. Giannoni nació en Adjuntas, Puerto Rico. Estudió economía doméstica y nutrición en la Universidad de Puerto Rico. Dedicada esposa y amorosa madre de cuatro varones, apoyó a cada uno de sus hijos en sus respectivas aventuras de vida de manera particular. De esta forma, en el 1981, ayudó a su hijo menor en una asignación escolar sobre literatura en el Colegio San José complaciéndolo con lo que a el más le interesaba. De ahí nació un poema en español e inglés sobre los delfines, haciéndolo ver que las clases de idiomas y la literatura podían co-existir con la ciencia y el amor por los animales de mar.

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Conmemoran el 30 aniversario del rescate del manatí Moisés

Bayamón, 6 de noviembre de 2021 – El Centro de Conservación de Manatíes del Caribe del Recinto de Bayamón y el presidente de la Universidad Interamericana de Puerto Rico, Manuel J. Fernós celebran en este mes, junto a la comunidad universitaria y a la ciudadanía, el 30 aniversario del rescate del manatí Moisés.

“Recordar y conmemorar la gesta del rescate y rehabilitación de Moisés hace 30 años, nos permite reflexionar y ver cómo hemos evolucionado y aprendido sobre la importancia de la conservación de las especies en peligro de extinción y sobre el deber casi sagrado que tenemos los seres humanos, de convivir con los demás seres vivos y conservar el habitat”, expresó Fernós.

La Universidad Interamericana de Puerto Rico ha sido parte de esa historia de logros, conservación y rehabilitación, al albergar y mantener entre sus importantes proyectos académicos y comunitarios, al Centro de Conservación de Manatíes del Caribe. Desde el año 2009, este centro que ubica en el Recinto de Bayamón, lleva a cabo trabajos de investigación, rescate y rehabilitación y educación al público sobre los manatíes y por ende contribuir directamente en su conservación. Todos los trabajos del Centro se hacen bajo permisos federales y del Estado Libre Asociado de Puerto Rico, otorgados por el US Fish and Wildlife Service y el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales de Puerto Rico.

“Moisés el manatí, fue el primer manatí rescatado y criado por un grupo de voluntarios que formó lo que se conoce como la Red Caribeña de Varamientos que dio paso luego a la creación del Centro de Conservación de Manatíes del Caribe de la INTER. El manatí Moisés fue rescatado con dos semanas de nacido, en un caño bajo el puente de la avenida Los Dominicos en Levittown, el 2 de noviembre de 1991. Fue rehabilitado y reintroducido al ambiente marino, el 22 de marzo de 1994 como programa piloto de reintroducción de manatíes huérfanos al medio ambiente.

Hoy Moisés vive completamente libre, saludable y explorando por su cuenta, áreas de la costa este de Puerto Rico. El legado de Moisés dejó para las generaciones hasta una canción y un video, Moisés llegó del Mar, interpretado por Tony Croatto”, contó el director del Centro de Conservación de Manatíes, doctor Antonio Mignucci, quien lideró el grupo de voluntarios que rescató y rehabilitó a Moisés.

El rescate de Moisés y luego posteriores trabajos de conservación, dieron paso a que la Red Caribeña de Varamientos alcanzara un sitial de importancia y respeto entre la comunidad científica, académica y entre el público en general, tanto en Puerto Rico como regionalmente en el Caribe. Esto permitió que se concretara una alianza con la INTER que finalmente crearon en conjunto el Centro de Conservación de Manatíes del Caribe en el 2009. Este Centro se ha convertido en toda una referencia, no solo en Puerto Rico, sino en el Caribe y en América Latina, para la recuperación de estos mamíferos y otras especies. “En Puerto Rico, se pueden encontrar entre 500 y 700 ejemplares de manatíes que no son suficientes para que no estén en peligro de desaparecer”, dijo Mignucci.

El doctor Mignucci explicó que es una meta del Centro continuar ampliando su alcance y sus servicios al acoger otras especies como tortugas y aves marinas, con las que se trata de repetir la labor de recuperación de ejemplares heridos o con problemas medico-veterinarios que se trabajan con manatíes.

“Celebrar los 30 años del rescate de Moisés es muy significativo ya que, a partir de ese momento histórico, Puerto Rico pudo avanzar grandemente en temas de conservación de las especies en peligro de extinción. El evento tuvo una gran acogida de los medios de comunicación, hicimos un concurso para ponerle nombre al manatí y de sobre mil ideas y sugerencias, fue escogido el nombre de Moisés, ya que significa “rescatado de las aguas.” Se integró la academia, la ciudadanía, el gobierno, la empresa privada para hecharlo para delante y con el caso de Moisés, logramos eliminar la caza furtiva que en ese momento, era uno de las razones principales de la reducción de la población de manatíes. Creamos conciencia y seguimos trabajando y sobre todo educando a las futuras generaciones en temas de conservación”, reflexiona el profesor de Ciencias Marinas y Veterinarias de la INTER en Bayamón.

Desde 1989, se han rescatado unos 41 manatíes. De estos, 13 han sido liberados y tres están en rehabilitación en el Centro. Los manatíes pueden llegar a los 70 años de edad, pero es muy raro encontrar manatíes en vida silvestre que lleguen entre 10 a 25 años. El manatí antillano es un mamífero acuático dócil de movimiento lento. Los manatíes alcanzan la adultez a los cinco años de edad. El espécimen más longevo llegó a los 69 años de edad en cautiverio. Los manatíes adultos en las aguas de Puerto Rico miden aproximadamente 10 pies (3 metros) de largo y pesan entre 1,200 a 1,500 libras (545 a 680 kilogramos, aprox.). Al nacer, las crías miden unos tres pies (un metro, aproximadamente) y pesan entre 35 a 60 libras (16 a 27 kilogramos, aproximadamente). Los manatíes de Puerto Rico son más pequeños y más musculares que los manatíes de Florida.

“Moisés ya tiene 30 años, lo que es un importante, significativo e histórico dato científico, que continúa posicionándolo como toda una celebridad. Sobrevivió el paso del huracán María, el cual entró a Puerto Rico cerca de su litoral. Le deseamos salud y una vida tranquila entre las cálidas aguas de su isla”, dijo orgulloso el doctor Mignucci.

El Centro de Conservación de Manatíes del Caribe está localizado en predios del Recinto de Bayamón de la INTER. Hace recorridos y acepta visitas individuales o de grupos, por cita previa. Para obtener más información, para donativos y para visitas, puede acceder a www.manatipr.org o manatipr.org/visitanos.

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Descubren nueva especie de ballena en trabajo colaborativo internacional

El doctor Antonio Mignucci y la Universidad Interamericana fueron parte del descubrimiento

27 de octubre de 2021, Bayamón – “Un estudio colaborativo con investigadores de diversas partes del mundo, incluyendo a un miembro de nuestra comunidad universitaria, descubrió una especie nueva de ballena en los océanos del Atlántico, Índico y Pacífico Sur”, anunció el presidente de la Universidad Interamericana de Puerto Rico (UIPR), el licenciado Manuel J. Fernós.

El descubrimiento que fue publicado ayer en la revista internacional Proceedings of the Royal Society B, contó con la colaboración de un equipo internacional de más de 30 científicos dirigidos por la doctora Emma Carroll de la Universidad de Auckland, Nueva Zelanda. “El doctor Antonio Mignucci, catedrático de nuestro recinto de Bayamón formó parte de este descubrimiento que eleva a 93 el número total de especies de ballenas y delfines”, indicó Fernós.

“El mundo académico brinda un sinnúmero de oportunidades científicas en las que nuestros docentes pueden participar y colaborar grandemente en nuevos descubrimientos que nos revelan explicaciones de la naturaleza hasta entonces desconocidas. La contribución del doctor Mignucci consistió en aportar una colección de pieles de donde se obtiene una muestra de genética de mamíferos marinos del Caribe. Mediante estos tejidos se comparó la taxonomía de una especie hermana de la nueva especie de ballena”, explicó.

Por su parte, Mignucci detalló que la nueva especie de ballena descubierta lleva el nombre científico de Mesoplodon eueu y su nombre común será ballena hocicuda de Ramari en honor a Ramari Stewart, una experta en ballenas de la etnia polinesia Māori de Nueva Zelanda, quien fue la persona que se percató que esta especie de ballena no era la misma identificada como Mesoplodon mirus (ballen hocicuda de True). La recién descubierta ballena hocicuda o zifio como también se les conoce, se convierte a su vez en la primera de su especie en llevar el nombre de una mujer. En cuanto al nombre científico escogido para estas ballenas expresó que el término eueu significa “pez grande” en el idioma Khwedam de Sur África, uno de los lugares donde se encontraron especímenes de la nueva especie.

“Se cree que las ballenas hocicudas de Ramari ha existido por alrededor de medio millón de años. Está claro que son especies diferentes,” afirmó el científico. Hasta ahora, se pensaba que estas ballenas, eran las ballenas hocicudas de True. Pero hace casi una década, una hembra fue encontrada varada en la costa oeste de Nueva Zelanda, explicó el doctor Mignucci, coautor de la publicación científica. “Tenía cinco metros de largo y estaba preñada, y la tribu Iwi la llamó Nihongore. Sus huesos fueron enviados al museo en Wellington, de este mismo país para su conservación”, añadió el profesor de ciencias marinas y veterinarias del Recinto de Bayamón de la UIPR.

Cuando apareció Nihongore, Stewart percibió que era algo diferente porque no lo había visto antes, contó Mignucci. Es en ese entonces que Stewart, que fue criada por los ancianos de su tribu en el conocimiento tradicional del mar y quien es experta en ballenas se une en colaboración con la doctora Carroll para estudiar al animal y junto a otros 30 científicos del mundo, describir a la nueva especie de ballena. “Es interesante como en esta investigación se unen el mundo del conocimiento tradicional multidisciplinario y holístico y la ciencia tradicional para explorar la naturaleza y los orígenes de esta ballena”, destacó Ramari, por quien la especie es nombrada.

Inicialmente, el equipo de investigación de Nueva Zelanda pensó que esta era la primera ballena hocicuda de True encontrada en el país, pero eso cambió durante su trabajo con una red global de investigadores, incluyendo al doctor Mignucci de Puerto Rico. Pronto se dieron cuenta de que la genética y la forma del cráneo de los zifios de True en el hemisferio norte eran muy diferentes a las que hasta entonces consideraban que eran los zifios de True en el hemisferio sur. Las ballenas hocicudas son los habitantes más comunes de las profundidades del océano debido a su necesidad de bucear hasta aguas meso- y batipelágicas, sobre mil metros de profundidad, para encontrar su dieta favorita, calamares y camarones de profundidad. Se cree que las ballenas hocicudas de Ramari pasan mucho tiempo en aguas oceánicas mar afuera dado que se han descubierto muy pocos ejemplares.

Para el doctor Mignucci, “entender la taxonomía y los procesos genéticos y evolutivos de los mamíferos marinos como esta ballena es esencial para protegerlos mejor y entender sus necesidades ecológicas de sobrevivencia. Sin embargo, este descubrimiento nos demuestra la importancia de estudiar y documentar todo descubrimiento científico, por más pequeño que sea. Para algunos el zifio varado en Nueva Zelanda era una ballena más muerta en la costa, pero al mirarla con detenimiento, resultó en una nueva especie de cetáceo, que había escapado a cientos de científicos por años. Como biólogos marinos y científicos, debemos todos mirar la naturaleza con más atención; nunca sabemos cuándo llegará ese gran descubrimiento”, concluyó.

La cita bibliográfica del descubrimiento es:

Carroll E.L. et al. 2021 Speciation in the deep: genomics and morphology reveal a new species of beaked whale Mesoplodon eueu. Proc. R. Soc. B 288: 20211213. https://doi.org/10.1098/rspb.2021.1213
Enlace: https://royalsocietypublishing.org/doi/10.1098/rspb.2021.1213

Video corto sobre el descubrimiento:
https://www.dropbox.com/s/u8c22xcapn71095/RAMARI_MASTER%20v2.mp4?dl=0

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