El manatí Tuque escapó: ¿huyó o fue en busca del amor?

Noticia Original : Bárbara J. Figueroa Rosa / Primera Hora

Apenas llevaba cuatro meses adaptándose a su nueva vida en el mar y el manatí Tuque escapó ayer de madrugada de la piscina artificial que le servía de hogar y en la que era custodiado por el Centro de Conservación de Manatíes (antigua Red de Varamientos).

Y aunque los biólogos que cuidaban al mamífero dicen que éste se aprovechó del deterioro de una verja -que se rompió con el fuerte oleaje que provocó el paso del huracán Earl por la Isla-, lo cierto es que había una manatí hembra merodeando al mozo Tuque desde principios del mes pasado en una playuela en la base militar aérea de Punta Salinas, en Toa Baja.

La pregunta entonces sería: ¿huyó Tuque inocentemente o iría en busca del amor?

Hasta el momento, la respuesta es una incógnita, pero de que le gustaba la chica manatí, le gustaba.

De hecho, según explicó a Primera Hora Nilda Jiménez, bióloga marina del programa de Rescate de Mamíferos Marinos del Departamento de Recursos Naturales (DRNA), Tuque estaba lucío con la sorpresiva visita que recibió el pasado 6 de agosto en la playuela.

“Estaba haciendo un ruido”, dijo refiriéndose al chillido que utilizan los manatíes como método de comunicación entre sí.

Esa manatí, ¿podría ser el primer amor de Tuque?

Pues mira, se podría decir que sí, porque mientras estuvo en cautiverio no conoció a otra.

Jiménez aclaró que aunque el flirteo se dio, no hubo contacto entre los mamíferos, pues la verja -que hoy está rota- los separaba.

Sea lo que sea que esté haciendo Tuque -ya sea disfrutando del amor o que el pobre esté perdido en el mar-, hay una batería de profesionales del Centro de Conservación que están tras su captura.

El proceso se está llevando a cabo a través de un equipo de telemetría que lo monitorea gracias a un transmisor que el animal tiene colgado a su cuerpo. “Aunque tiene el transmisor, poder localizarlo ha sido difícil porque las condiciones del tiempo afectan la señal”, explicó Jiménez.

“La última vez que se avistó estaba cerca del balneario de Punta Salinas”, agregó al decir que con suerte, y si las condiciones climatológicas mejoran, mañana pudiera realizarse el rescate.

Una vez se capture a Tuque, el manatí será llevado al área de rehabilitación del zoológico de Puerto Rico, en Mayagüez, en lo que se arregla la verja que se deterioró.

La historia de Tuque se remonta al 9 de septiembre de 2005, cuando fue rescatado en la playa que lleva su mismo nombre, en Ponce.

Desde ese momento se crió con leche hasta el año y medio de edad. Luego, su dieta fue cambiada a vegetales y frutas.

Posteriormente, tras su retorno al mar el pasado mes de abril, Tuque estaba comenzando a alimentarse de yerbas marinas.

El proceso, desde entonces, ha sido un poco tenso para el animal, que ha rebajado 69 libras durante el periodo de cuatro meses.

“Aunque la pérdida de peso se ha ido dando de forma gradual, lo ideal es que gane peso. Ésa, junto a un control de los niveles de creatinina en su organismo, es la única forma de garantizar su liberación”, manifestó Jiménez.

Por lo pronto, se exhorta a los ciudadanos a que notifiquen inmediatamente al DRNA a través del (787) 724-5700 si ven a Tuque, en cuyo transmisor -que funciona como una boya flotante- tiene estampada la bandera de Puerto Rico.

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