Bayamón, Puerto Rico, 16 de octubre de 2024—El Centro de Conservación de Manatíes del Caribe junto al Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA) rescataron hoy una pequeña manatí en la playa Punta Iglesias en el municipio de Loíza.
Un ciudadano informó a Manejo de Emergencias de Loíza el avistamiento de la manatina temprano en la mañana, lo cual encadenó la coordinación del DRNA, el Cuerpo de Vigilantes y el Centro para atender a la cría. Luego de varios intentos infructuosos de ver si la mamá de la pequeña estaba en el área, se tomo la decisión en conjunto de salvaguardarla y llevarla al Centro de Conservación de Manatíes, localizado en la Universidad Interamericana en Bayamón.
“La manatina pesó 66 libras, y estimamos que tiene tan sólo dos o tres días de nacida,” informó el doctor Antonio Mignucci, director del Centro. Seguido a su arribo al hospital veterinario del Centro, se le hicieron pruebas de sangre y un examen veterinario para determinar su estado de salud. “Esta pequeña cría esta altamente deshidratada y llevará un proceso de cuidado intensivo estas semanas para asegurar su salud y encaminarla a su rehabilitación,” detalló el doctor Ricardo Fernández, uno de los veterinarios del Centro. “Normalmente toma dos a tres años la rehabilitación de crías de manatí antes de ser liberados nuevamente a su medioambiente, con los primeros cuatro meses siendo los más críticos,” añadió por su parte la doctora Lesly Cabrias, veterinaria acuática del Centro.
El Centro de Conservación de Manatíes es la única entidad autorizada a nivel estatal y federal en Puerto Rico para atender estos casos de manatíes varados, huérfanos o heridos. Al presente tienen siete manatíes bajo su cuidado, incluyendo la nueva inquilina. “Cuatro de los manatíes bajo nuestro cuidado, Loíza, Taicaraya, Bajarí y Nanichi, ya han sido dados de alta y están prestos a ser liberados al mar el próximo mes de enero cuando lleguen al peso exacto necesario para liberación. Los otros dos, Taiku y Dakiti, tienen un 17 meses de edad y le falta un poco más de un año para ser candidatos a liberación,” informó el doctor Mignucci, también catedrático de ciencias marinas del Recinto de Bayamón de la Universidad Interamericana.
La nueva manatí no tiene nombre todavía. Sin embargo, en los próximos días se estarán analizando nombres tainos para llamar al pequeño retoño loiceño.
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TALLER PARA MAESTROS—CELEBRACIÓN DE LA SEMANA DE LA CONSERVACIÓN DEL MANATÍ CARIBEÑO
¡Atención a todos los maestros!
Se ha abierto el registro para el 7mo taller de maestros para celebrar la Semana de la Conservación del Manatí Caribeño 2024.
El taller de capacitación es gratuito para maestros y se llevará a cabo el sábado, 31 de agosto de 2024 de 8am a 12pm en el Salón Usos Múltiples (SUM) del Recinto de Bayamón de la Universidad Interamericana de Puerto Rico. Maestros que asistan exitosamente, podrán recibir un certificado de 3 horas de contacto profesional.
Se ofrecerá una sola sesión. La actividad incluye un recorrido por las facilidades del Centro de Conservación de Manatíes del Caribe. El taller tiene cupo limitado de 250 personas.
El registro para el taller será completamente online. Separa temprano la fecha, marcando el enlace a continuación:
Registro – Taller de Maestros 2024
¡Gracias por su apoyo!
New publication standardizes the vernacular names for manatees
A new publication in the journal Caribbean Naturalist, has re-named manatees throughout North, Central and South America with standardized vernacular names.
What’s in a name? Standardization of vernacular names for Trichechus manatus, is the titled of the article, which is in press, and available soon.
Mignucci-Giannoni AA, González-Socoloske D, Álvarez-Alemán A, Aquino J, Caicedo-Herrera D, Castelblanco-Martínez DM, Claridge D, Corona-Figueroa MF, Debrot AO, de Thoisy B, Espinoza-Marín C, Galves JA, García-Alfonso E, Guzmán H, Khan JA, Kiszka JJ, Luna FO, Marmontel M, Olivera-Gómez LD, O’Sullivan C, Powell JA, Pugibet-Bobea E, Roopsind I, Silva CJ. 2024. What’s in a name? Standardization of vernacular names for Trichechus manatus. Caribbean Naturalist (in press).
Twenty-four co-authors from each country were manatees naturally reside, have agreed to standardize the common or vernacular name for the Trichechus manatus species. The species presently has two recognized subspecies, T. manatus latirostris, and T. manatus manatus. Additionally, the authors surveyed 40 Spanish-speaking active manatee professionals in 11 Spanish-speaking countries to vote on the names to be used in Spanish.
Currently, it is known by various vernacular names, none of which are descriptive of the biology and known distribution of the species. This lack of standardization has led to confusion and miscommunication, hindering conservation efforts for this species. The publication suggests that from now on, the vernacular name for the species should be American manatee, and its two subspecies should be known as Florida manatee and Greater Caribbean manatee. The publication also standardize these names in Spanish, French, Dutch, and Portuguese.
Spanish: T. manatus— manatí de las Americas, T. manatus latirostris—manatí de la Florida, T. manatus manatus—manatí del Gran Caribe
French: T. manatus—lamantin d’Amérique, T. manatus latirostris—lamantin de Floride, T. manatus manatus—lamantin des Grandes Caraïbe
Dutch: T. manatus—Amerikaanse lamantijn, T. manatus latirostris—Florida lamantijn, T. manatus manatus—Grotere Caribische lamantijn
Portuguese: T. manatus—peixe-boi das Américas, T. manatus latirostris—peixe-boi da Flórida, T. manatus manatus—peixe-boi do Grande Caribe
Scientific names for species are unequivocal to an animal’s designation, however, standardized vernacular names minimize the proliferation of other vernacular names used, help communicate to lay audiences, disseminate important information about the species, and raise awareness about conservation, threats, and plight for survival.
“By establishing clear and universally recognized standardized vernacular names, we foster a sense of connection and scientific language responsibility, improving public awareness and understanding of these magnificent creatures and ultimately aiding in their protection and preservation,” said Antonio Mignucci, director of the Caribbean Manatee Conservation Center and marine sciences professor at Inter American University of Puerto Rico, one of the lead authors of the publication.
Puerto Rico previene la influenza aviar
Hoy día se suscitan considerables cambios en los océanos, entre ellos afecciones de enfermedad que afectan a aves marinas de muchas partes del mundo, incluyendo pelícanos. “La pesca comercial, la pérdida de su hábitat de anidación y alimentación, y el cambio climático son varias de las amenazas causadas por los humanos que afectan a los pelícanos y aves marinas que los pudiera llevar nuevamente hacia la extinción,” dijo el doctor Antonio Mignucci, director del Centro de Conservación de Manatíes del Caribe de la Universidad Interamericana de Puerto Rico.
La gripe aviar, o influenza aviar, es una enfermedad infecciosa viral y altamente patógena que afecta a las aves, tanto de vida silvestre como de producción, como las gallinas, patos y pavos. Se conoce que tiene suficiente potencial viral como para contagiar a especies de mamíferos, incluyendo a los humanos, cerdos y el gato doméstico, por lo cual es importante monitorear y evitar el contagio de las aves afectadas con otras aves y mamíferos.
“Los pelícanos, particularmente a nivel global, están en estos momentos experimentando problemas de salud y sobrevivencia por un evento panzoótico (pandemia en humanos) de influenza aviar,” dijo por su parte Carla Rivera, coordinadora de rescate del Centro y estudiante de doctorado en patología veterinaria de la Universidad de Ross en St. Kitts. Miles de pelícanos y otras aves marinas han muerto en México, Honduras, Colombia, Venezuela, Perú y Chile, y hay indicios de afecciones también en Estados Unidos y Europa. Sin embargo, todavía no ha afectado los pelícanos, gaviotas y otras aves marinas migratorias en Puerto Rico. “Debemos estar vigilantes a la población de aves en nuestra isla y al primer indicio que puedan estar siendo afectadas por la altamente patógena influenza aviar, tomar acciones para salvaguardar aquellas especies afectadas y documentar científicamente los efectos de este virus en las poblaciones de aves y como esto podría afectar al ser humano,” dijo el doctor Ricardo Fernández, veterinario del Centro y pasado presidente del Colegio de Médicos Veterinarios de Puerto Rico.
La campaña para prevenir la gripe aviar recomienda que de encontrar un ave enferma o muerta, no se acerque, no trate de rescatarla o trasladarla, y no la manipule. Recomienda por su parte que reporte de inmediato el hallazgo de un ave enferma o muerta a la oficina más cercana del Cuerpo de Vigilantes del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA) al (787)724-5700.
LIBERAN CUATRO PELÍCANOS EN LA COSTA DE ARECIBO
Bayamón, 14 de diciembre de 2022 — Cuatro ejemplares de pelícanos pardos fueron liberados en la costa de Arecibo hoy 15 de diciembre de 2022, luego de haber sido rescatados y rehabilitados por el Centro de Conservación de Manatíes del Caribe del Recinto de Bayamón de la Universidad Interamericana de Puerto Rico.
Los pelícanos pardos (Pelecanus occidentalis) son aves migratorias pero autóctonas de Puerto Rico, las cuales se alimentan de peces tanto de agua salada como de agua dulce. Su saco gular en su garganta es icónico de la especie, una de siete especies que existen en el mundo. Su zambullida para pescar, desde unos 30 pies de altura, también es simbólica de esta ave marina de gran tamaño. Estuvieron en peligro de extinción hasta el 2009, debido a intoxicación con DDT y la sobrepesca de su alimento, pero sus poblaciones se restablecieron con protección y esfuerzos de conservación. Sin embargo, todavía sufren de heridas o muerte por causas humanas como enredarse en los artes de pesca.
Los cuatro pelícanos fueron rescatados entre el pasado verano y el mes de octubre en la costa norte de la isla, uno en Aguadilla, otro en Quebradillas, y dos en Arecibo, informó el doctor Antonio Mignucci, director del Centro de Conservación de Manatíes. Todos sufrieron lesiones avulsivas debido a que se enredaron en anzuelos de pesca. Por ejemplo, dos de estos pelícanos, Playera y Rhaeno, tenían sus sacos gulares lacerados y desprendidos por anzuelos. Esta situación llevó a que los pelícanos recibieran un tratamiento veterinario agresivo por cinco meses y medio para reconstruir el tan importante saco. Los anzuelos e hilo de pesca le causaron daño a la ala y pata derecha de la pelícana juvenil Bahía, lo cual tomó cuatro meses y medio de tratamiento y rehabilitación. El tratamiento más corto fue el del macho adulto llamado Zuko, el cual fue de un poco más de un mes ya que los anzuelos le causaron heridas en sus alas y espalda.
“El cuidado veterinario y rehabilitación de los cuatro pelícanos fue llevada a cabo por cuatro veterinarios, seis técnicos de cuidado animal y rehabilitación, y unas decenas de estudiantes y voluntarios del Centro, y tuvo un costo total de $41,000, los cuales se lograron gracias a donativos del público al Centro de Manatíes,” añadió Mignucci, también profesor de ciencias marinas del Recinto de Bayamón de la Universidad Interamericana y de veterinaria de la Universidad de Ross.
“Para el tratamiento veterinario específico, los doctores Ricardo Fernández, Carla Sánchez, José de Ángel, la estudiante de veterinaria Natalia Antonsanti, y esta servidora, utilizamos técnicas de manejo integral de heridas, particularmente unos apósitos adaptados del tratamiento de heridas de pacientes humanos diabéticos,” informó la especialista en medicina de vida silvestre Lesly Cabrias, veterinaria residente del Centro. “Este tratamiento es innovador en pelícanos, nunca antes intentado, y su implementación exitosa en Playera, Rhaeno y Bahía ayudará a cientos de pelicanos afectados en otros centros de rehabilitación alrededor del mundo,” añadió la veterinaria.
“Este trabajo colaborativo entre el tercer sector, la academia y las agencias gubernamentales es de suma importancia para la conservación de estas especies protegidas o en peligro de extinción”, indicó Anaís Rodríguez, Secretaria del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales. “Cada individuo de nuestra avifauna es importante para la sobrevivencia de las especies y nuestra biodiversidad,” añadió la Secretaria de la agencia ambiental. “Es de suma importancia que para proteger los pelícanos, los pescadores no desechen los anzuelos e hilos de pesca al mar, río o lago, y al pescar tengan cautela al hacerlo alrededor de estas aves marinas. De encontrar un pelícano en peligro, herido o muerto, deberán llamar con urgencia al Cuerpo de Vigilantes,” concluyó Rodríguez.
Hoy día se suscitan considerables cambios en los océanos, entre ellos afecciones de enfermedad que afectan a aves marinas, incluyendo pelícanos, de muchas partes del mundo. “La pesca comercial, la pérdida de su hábitat de anidación y alimentación, y el cambio climático son varias de las amenazas causadas por los humanos que afectan a los pelícanos y aves marinas que los pudiera llevar nuevamente hacia la extinción,” añadió Mignucci. “Los pelícanos, particularmente a nivel global, están en estos momentos experimentando problemas de salud y sobrevivencia por un evento panzoótico (pandemia en humanos) de influenza aviar,” dijo por su parte Carla Rivera, coordinadora de rescate del Centro y estudiante de doctorado en ciencias veterinarias de la Universidad de Ross. Miles de pelícanos han muerto en México, Honduras, Colombia, Venezuela, Perú, Argentina y Chile, y hay indicios de afecciones también en Estados Unidos y Europa. Sin embargo, todavía no ha afectado los pelícanos en Puerto Rico. “Debemos estar vigilantes a la población de pelícanos en nuestra isla y al primer indicio que puedan estar siendo afectados por la altamente patógena influenza aviar, tomar acciones para salvaguardar aquellos afectados y documentar científicamente los efectos de este virus tanto en las poblaciones de aves marinas y como esto podría afectar al ser humano,” dijo el doctor Ricardo Fernández, veterinario del Centro y pasado presidente del Colegio de Médicos Veterinarios de Puerto Rico.
Los programas de rescate, cuidado veterinario y rehabilitación del Centro de Conservación de Manatíes corren bajo permisos y en colaboración con el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales y el Servicio de Pesca y Vida Silvestre de los Estados Unidos. El Centro no solo provee cuidado y tratamiento a los mamíferos que dan su nombre, sino también atienden otros animales marinos como tortugas marinas, pelícanos y otras aves marinas en Puerto Rico y otros países del Caribe. Para más información, acceda a www.manatipr.org.