Bayamón, 18 de abril de 2017 – El Centro de Conservación de Manatíes de la Universidad Interamericana de Puerto Rico se prepara para devolver al mar a una de sus más recientes inquilinas. Esta vez se trata de Blanca, un carey hembra de 135 libras de peso y unos 15 años de edad. Su liberación tendrá lugar en la Reserva Marina Arrecife de la Isla Verde, el jueves, 20 de abril de 2017, a las 10:00 de la mañana. Este carey puede ser liberado ya que su rehabilitación ha sido completada gracias a la labor colaborativa del Centro con grupos tortugueros como Sociedad Chelonia, Grupo 7Quillas y el grupo Yo Amo al Tinglar, bajo permisos del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales y el US Fish and Wildlife Service.
Según narra el catedrático de ciencias marinas del Recinto de Bayamón de la Inter y director del Centro de Conservación de Manatíes, doctor Antonio Mignucci, Blanca llegó al Centro herida por un tiburón en la Isla de Vieques, que le cercenó la aleta pectoral derecha, laceró el músculo del hombro derecho y le causó heridas en sus dos aletas traseras. “Fueron las laceraciones del músculo y la herida en una de las aletas traseras las que tardaron más en sanar. Dos veterinarios locales, el doctor Antonio L. Rivera y el doctor Ricardo Fernández, estuvieron a cargo de la supervisión médica del reptil marino con la asesoria de una veterinaria de México especialista en tortugas marinas, Ana C. Negrete. La tortuga fue tratada con sueros subcutáneos, antibióticos, curetajes semanales, vendajes de azúcar y tratamiento con agua ozonificada”, explicó el doctor Mignucci.
Se le proveyó por 7 meses que duró su rehabilitación una dieta especial de sardinas, camarones, cangrejos y calamares, junto a gelatina de pescado, aceite y vegetales con multivitaminas.
“El carey (Eretmochelys imbracata) es una especie autóctona de Puerto Rico que se encuentra en peligro de extinción. Su vulnerabilidad se debe a la caza excesiva, para obtener su carne, sus huevos y su carapacho, el cual se utiliza en la confección de joyería y piezas artesanales. Vive en áreas cercanas a los arrecifes de coral donde se alimenta comúnmente de esponjas marinas y medusas. Anida en nuestras costas a través de todo el año, pero particularmente en los meses de agosto y octubre”, explicó por su parte el biólogo Carlos Diéz del programa de tortugas marinas del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales.
Durante su primer mes en rehabilitación, Blanca desovó en su estanque y los voluntarios y cuidadores con mucho cuidado enterraron los más de 100 huevos puestos en arena de playa, para ser luego llevados a Punta Salinas en Toa Baja. A los dos meses, algunos huevos dieron paso a tortuguitas que llegaron solas al mar.
“Blanca, bautizada así por la playa donde fue rescata ha luchado por su vida confiada de las manos amigas que diariamente por 7 meses la han rodeado de cuidado veterinario, mimos y buena vibra. Blanca ha permitido que la conozcamos, aprendamos de ella, de cómo cuidarlas, y que pacientemente apostemos a su recuperación y milagroso regreso al mar,” concluyó Mignucci.
El carey llevará un trasmisor de satélite, un chip subdermal y una pantalla de aleta para identificarla en un futuro. Será trasladado el jueves a las 9:15 de la mañana desde el Centro de Conservación de Manatíes en el Recinto de Bayamón de la Inter hasta Isla Verde por un grupo de voluntarios en la ambulancia especial que tiene el Centro para estos fines marítimos y liberada en el mar a las 10:00 de la mañana junto a los colaboradores en su rehabilitación, una labor en conjunto con la Sociedad Chelonia, Grupo 7Quillas y el grupo Yo Amo al Tinglar y el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales.