Por Gloribel Delgado Esquilín
Miprv.com
En Florida lo iban a sacrificar, porque Guacara es un manatí lesionado. Tiene problemas para flotar y si no viviera en una piscina llana, probablemente moriría ahogado. Por esa razón el Centro de Conservación de Manatíes de Puerto Rico lo adoptó hace unos meses, con miras a que el animal entrene a otros manatíes.
Su tarea será mostrarle a otros cachorros de manatí que estén en cautiverio a cambiar su dieta. Para esto, el manatí adulto servirá de maestro y le mostrará a los cachorros a comer vegetales.
Son hervíboros
Los manatíes son mamíferos marinos que se alimentan de leche durante sus primeros dos años. Pero una vez pasan su etapa primaria son hervíboros. En su estado natural se alimentan de yerbas marinas. Pero en cautiverio, su dieta principal es a base de lechuga y se complementa con brécol, espinacas, pepinillo, zanahoria, batata, manzana, sandía, papaya, entre otros.
Hasta el momento, Guacara prefiere las batatas para alimentarse. El domingo vimos cómo se devoró varias libras de batata mientras lo fueron a visitar. A sus 6 años, su estado de salud es bueno, cosa que es evidente con sus generosas 690 libras.
Si Aramaná sobrevive
Si el bebé manatí que se recupera de la infección bacterial en una piscina junto a la suya, logra estabilizarse, Guacara tendrá su primer pupilo. En un año, cuando Aramaná cambie su bibí por comida sólida, se podrán ver nadar juntos en una piscina y compartir el manjar de vegetales y frutas que Guacara devora todos los días. Se estima que el manatí adulto come diariamente unas 60 libras de comida.
A diferencia de Aramaná, que es un manatí del Caribe (Trichechus manatus manatus), Guacara pertenece a otra especie de manatíes de Florida (Trichechus manatus latirostris). O sea, son como primos.
Aquí o allá siguen en peligro
Por esas aguas, al igual que en Puerto Rico, los manatíes se encuentran en peligro de extinción y son víctimas de peligros similares. Por ejemplo, los accidentes con motoras acuáticas y/o botes que manejan a toda velocidad en áreas protegidas son algunos de los peligros más frecuentes. Este fue el caso de Guacara, que a sus tres años fue golpeado en su lomo por un lancha en el río Wakulla. Tal accidente le produjo cicatrices en su lomo y lesiones en el diafragma y los pulmones que hoy día le impiden flotar y vivir libremente en el mar.
Se estiman en 6,000 los manatíes que habitan las aguas de Florida. Mientras que en Puerto Rico los números rondan los 600.
Noticia Original : http://www.miprv.com/guacara-le-ensenara-a-comer-vegetales-a-otros-manaties-en-cautiverio/