Noticia original de primera hora (http://www.primerahora.com/Xstatic/primerahora/template/content.aspx?se=nota&id=379929)

Se prepara Tuque para regresar al mar.

Tuque, un manatí rescatado el 9 de septiembre de 2005 en la playa ponceña que lleva su mismo nombre, podrá volver a nadar sobre praderas de yerbas marinas, estar acompañado de peces, erizos, estrellas y pepinos de mar tras cinco años de vivir en una piscina artificial custodiada por la Red Caribeña de Varamientos.Con mucho orgullo, el profesor de ciencias marinas de la Universidad Interamericana en Bayamón, Antonio Mignucci, informó que Tuque será trasladado al mar la próxima semana con motivo del Día del Planeta Tierra.

Por los pasados días, personal de la Red, el Centro de Conservación de Manatíes de Puerto Rico, estudiantes de la Interamericana, personal del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA) y con el financiamiento del Servicio Federal de Pesca y Vida Silvestre, se ha trabajado en la instalación de una verja de más de 700 pies de largo, en una pequeña playa en Punta Salinas, cerca de la base de la Guardia Nacional.

Allí, en un área de un máximo de cinco pies de profundidad, Tuque deberá aprender a comer yerbas por sí solo.

Tuque fue abandonado por su mamá y la Red de Varamientos lo rescató.

Desde ese momento se crió con leche hasta el año y medio de edad. Luego, su dieta fue cambiada a vegetales y frutas. Pero más cerca de la adultez deberá aprender a comer algas.

“Durante los próximos 3 a 6 meses se espera que Tuque se adapte a la vida en el cerco, alimentándose de las yerbas marinas. Una vez se documente esta alimentación, esté ganando peso y el veterinario certifique que está en buena salud, Tuque se liberaría con un transmisor de satélite en la costa sur de Puerto Rico, de donde es oriundo”, dijo Mignucci.

Si Tuque rebajara más del 40 por ciento de su peso, tendría que volver al cautiverio.

“No hay una fecha final de liberación al mar abierto. Esto será a su paso. Él es el que va a pautar su tiempo de adaptación”, dijo Mignucci.

Tuque será transportado a su hogar en Toa Baja a bordo de un camión con refrigeración. Será colocado encima de un material similar al foam, a una temperatura fría y mojado. Irá acompañado de dos veterinarios y seis biólogos.

Rafael fue liberado en Toa Baja

Fue en las costas toabajeñas que fue liberado en el 2003 el manatí Rafael.
Rafael fue rescatado entre Río Grande y Luquillo y criado con el mismo protocolo que se ha practicado con Tuque.
A los tres años y medio, Rafael fue liberado en Ensenada Boca Vieja, en Toa Baja.
Sin embargo, para el 2005, Rafael entró al río Bayamón, donde fue encontrado muerto.
Se entiende que pudo recibir un fuerte golpe mortal por basura tirada al cuerpo de agua.

Moisés sigue vivo

En el 1991, el país se conmocionó cuando un pequeño manatí, de apenas dos semanas de nacido fue encontrado debajo de un puente de Levittown.
A su mamá la habían matado para comérsela unos pescadores.
Tras un proceso de cuidado intensivo, Moisés fue liberado en 1994 en Ceiba, igualmente en un cerco de mar.
Seis meses después se le colocó un transmisor y fue liberado en la costa de ese pueblo por donde todavía nada.
“Hace poco lo vimos, supimos que era él porque tenía un lunar blanco en el pecho, indiscutiblemente era él”, dijo con cierta nostalgia Mignucci.
Hoy día Moisés tiene 18 años.

Amenazas
Los manatíes enfrentan múltiples amenazas.
Su hábitat, aquel lugar donde haya muchas praderas de algas marinas, se ha ido perdiendo en gran medida por actividades humanas en las costas.
Asimismo, muchos de los manatíes han muerto víctimas de golpes mortales de embarcaciones que navegan a mucha velocidad y que no le dan tiempo de bajar al fondo para protegerse.
Antes de la década de los noventa, los manatíes eran cazados para consumir su carne.